1. De un tiempo a esta parte, hemos visto cómo se promueve un
sentido común que indica que los estatales hacemos tareas innecesarias,
que trabajamos poco y que cobramos sueldos exorbitantes. Nuestra
experiencia indica lo contrario. Los estatales, en promedio, ganamos
menos que en la actividad privada, trabajamos lo que nos corresponde y
en condiciones que muchas veces no son las adecuadas. Pero, sobre todo,
somos los que hacemos efectivas las políticas que sostienen gran parte
de los Derechos del pueblo argentino. Somos los que tramitamos las
jubilaciones, somos los que educamos, somos los que curamos, somos los
que desarrollamos investigaciones, somos los que cuidamos a los niños y a
los adultos mayores sin hogar, somos los que sostenemos museos, teatros
y bibliotecas; somos los que estamos y sostenemos actividades, que el
mercado no considera rentable o todavía no fue capaz de arancelar.
2. Vemos con preocupación una insistente campaña en los medios de
comunicación respecto al empleo público y los “ñoquis”. Nos preocupa que
la misma sea el preludio de un ataque al Estado y sus trabajadores. Hay
imágenes que nos retrotraen a ciertos discursos mediáticos que han
generado las condiciones para el repliegue del Estado, las
privatizaciones y el desguace de los 90.
3. Nuestra concepción gremial, la defensa de los trabajadores
estatales y el compromiso con el Estado, nos impiden defender ñoquis y/o
corruptos. Que la opinión pública sepa que ATE Capital se movilizará y
demandará en la defensa de los Derechos de todos los Trabajadores del
Estado, que no son otros que los que defienden las políticas públicas a
través de su trabajo cotidiano.
4. Consideramos que en el centro de la discusión política actual se
encuentra el Estado, su escala, su rol, su orientación y su
financiamiento. La historia nos ha enseñado que cuando el Estado se
redujo perdieron los trabajadores, los jubilados, los chicos que asisten
a la escuela pública y los pacientes que concurren al hospital público.
En definitiva, detrás de las retoricas de modernización y eficiencia,
suele esconderse un repliegue del Estado y una cooptación del mismo por
los poderes fácticos de nuestro país. Siempre que esto ha sucedido, los
que padecieron fueron los vulnerables, los postergados, los pobres y los
trabajadores.
5. Con el mismo énfasis, afirmamos que no aceptaremos discriminación o
persecución alguna a los trabajadores estatales producto de su forma de
pensar o su adscripción partidaria. Nosotros defendimos, defendemos y
defenderemos la condición de los trabajadores estatales,
independientemente de si son peronistas, radicales, socialistas o
macristas. Uno de los logros de la democracia en este país es que el
tiempo de la caza de brujas y las listas negras quedó en el pasado, y en
este punto no estamos dispuestos a retroceder.
6. Mientras el discurso de Andrés Ibarra (Ministro de Modernización)
habla de profesionalización, mérito, eficacia; sus acciones van en otro
sentido. En la misma semana que ponen en vilo a todos los trabajadores
del Estado por un Decreto que cuestiona su continuidad laboral y los
derechos adquiridos (Decreto Nº 254), con otro Decreto ingresan
directamente a militantes del PRO a la planta permanente, sin mediar
concurso alguno que acredite sus méritos (Decreto Nº 250).
7. Hay un discurso que indica que el Estado es un gigante sin
sentido, poblado de gente que no trabaja y cobra un sueldo. Deseamos
trasmitir que esa imagen es incorrecta. La magnitud del Estado está en
relación a las politicas públicas que sostiene. Y la problemática de los
ñoquis no posee la dimensión que se le asigna. Por el contrario, son
situaciónes puntuales, no generadas, ni promovidas por los trabajadores,
y que no tienen una exclusiva filiación partidaria. Por estas razones,
es que la solución no debe provenir de los trabajadores del estado, y
mucho menos debe afectar sus Derechos.
Asociación Trabajadores del Estado
Consejo Directivo Capital Federal